Reseña
La luz que no puedes ver no es
una novela que me hayan recomendado o que una editorial me haya dado, es un
libro que he encontrado yo en los pequeños espacios de internet y que yo misma
me he comprado. El título y la portada fue lo que primero me llamo, pero
después, al leer la sinopsis, vi que era la historia de dos jóvenes durante la
segunda guerra mundial. Yo sabía que tenía que leerlo, siempre me han llamado
la atención los libros que tocan ese tema y ya todo lo que es descubrir una
nueva batalla que se remonta a millones de ideas y libros ya escritos… tenía
que leerlo.
La historia comienza por pequeñas anécdotas de la niñez de los
protagonistas del libro. Marie-Laure
es una niña de París que ha su corta edad se ha quedado ciega, pero su
padre le enseña a poder manejarse sola a través de los pasos y de una pequeña
maqueta de su barrio que el mismo a construido. Esta chica es dotada a través
de los años con una gran lógica ya sea por el modo de manejarse o su gran
capacidad de resolver las cosas fácilmente.
Por otro lado, conocemos a Werner: un chico huérfano que vive
junto a su hermana en un pueblo alemán dedicado a la minería. Todo chico a
partir de los 15 años tiene que brindar su apoyo a las minas, naces minero y
mueres de la misma forma. Pero Werner es un chico que encuentra junto a su
hermana una radio y se hace totalmente habilidoso para arreglarlas y construir
unas nuevas. En el paso de los años
ambos hermanos irán encontrando cada artefacto, arreglándolo y haciéndolo suyo.
Pero, cuando estalla la segunda
guerra, los caminos de estos personajes se ve totalmente deteriorado.
Marie-Laure y su padre se ven obligados a irse de París hacía Saint-Malo llevándose
una reliquia del museo donde trabaja este. Werner entra a una de las más prestigiosas
escuelas militares de Alemania, sin saber a dónde va a deparar su destino. Ambos jóvenes, ya con 14 años de edad, van
a buscar y descubrir un mundo donde las cosas no son lo que parecen donde el
amor ya no se siente demasiado, donde todo no es más que oscuridad.
“Y no hay oscuridad, o al menos la que ellos imaginan. Todo está compuesto por una red, un entramado de sonidos y texturas(…)El color, es la otra cosa que la gente no se espera. En su imaginación y en sus sueños todo tiene color.”