Hola a todos!! feliz sábado, hoy es un día de descanso aunque algunos tengan que trabajar, ahora les traigo uno de mis escritos:

Volando de aquí allá voy, conociendo todo tipo de lugares. Ahora me encuentro en el Sur de Argentina, pero se que me iré de pronto ya que es una oblación.
Miles de historias pasaron por mis oídos, de tristeza, de alegría, de miedo, de tragedia. Yo siempre me quedo en la misma posición de siempre, no puedo compartir aquellas historias que escucho.
Me siento invisible, yo los veo y ellos no a mi. Me dan ganas de salir de aquella posición de siempre y quedarme en un mismo sitio. Pero no puedo.
Cadenas de agua y de mi propio ser me llevan a las alturas donde siempre estoy, atrapada entre nubes y el cielo mismo.
Ahora estoy viendo un par de individuos besándose bajo a lo que le llaman sauce de un color rojizo.
He estado en millones de lugares, millones de individuos, pero lo que he visto durante tanto tiempo y no lo comprendo son los sentimientos.  Esas cosas llamadas sentimientos según los individuos los hacen sentir cosas, tal como la tristeza, odio, amargura, felicidad, amor, etc.
¿ Qué es eso del amor?, en todos los lugares presencié  el amor, Susurro me contó que es una especie de bicho raro que se mete en un individuo. Me pregunto si a Susurro le pasara eso... se enamoraría de mi.
Susurro mi fiel amigo que me acompaña en mi prisión en el cielo. El es una especie de mensajero entre los individuos y yo, me cuenta todo lo que sucede.
Somos totalmente distintos.
Susurro es de cristal , agua y la niebla Su cuerpo es parecido al de los Humanos, pero su piel brilla en la oscuridad y resalta en la luz. Su pelo no tiene color, la luz lo cambia permanentemente a  su tono. Su cara es firme, sus ojos son de un color avellana que me encanta.
Yo en cambio soy frágil y fuerte a laves, soy de una ceda totalmente transparente y tiene finos brillos que iluminan el ambiente. Mi cara es de mármol pulido, y de un blanco crema. Mis ojos son azules como el cielo mismo y mi pelo es azul pero no se puede diferenciar por el azul del cielo.
Ambos no entendemos para nada los sentimientos de los individuos, pero nos tenemos el uno al otro.