El prado era verde. Pasto verde. El cielo era violeta y el sol... el sol... era rojo, no amarillo. Arboles violetas cubrían algunas partes del prado y un camino de tierra amarilla cruzaba el prado
El niño estaba durmiendo sobre el pasto verde con su piyama a rayas. Pero abrió sus ojos y despertó.
Desconocía aquel lugar. la ultima vez donde él había dormido era en la cama de su abuela. Con sus ojos azules miro el extraño sol y frunció el ceño.
¿En donde estaba? ¿En una clase de planeta no conocido?
Se levanto y se dio cuenta que aun tenia el piyama azul a a rayas e iba sin medias ni zapatillas. El quería volver a casa y aparte quería descubrir que era aquel lugar. Había viento, el viento movía su pelo negro.
Vio el camino y lo siguió.
Algo había aparecido en el camino. Un conejo azul.
El conejo comenzó a correr cuando lo vi y siguió el camino de color amarillo. El niño corrió tras el, le atraía curiosidad un conejo de color violeta que jamas había visto. Pero en un momento le dolieron los pies de tanto correr descalzo. Se sentó en el pasto verde para descansar un rato.
Ahí es cuando las vio.
Unas zapatillas rojas estaban sobre un árbol cortado justo a la mitad. Él no dudo, se las llevo y seguia al conejo blanco con las zapatillas rojas.
Siguió corriendo por el camino amarillo y en un momento los arboles violetas comenzaron a crecer en los costados del camino. Así se creo un túnel, un túnel de arboles violetas y piso amarillo.
Las flores comenzaron a crecer en el camino, no eran violetas si no que blancas.
Sentía un ruido, un cascabel. cuando miro hacia atrás un brillo le paso por adelante.
*Un hada* pensó
Veía muchas de ellas pasar entre el túnel de arboles violetas, el seguía corriendo y hasta que encontró algo sorprendente.
El camino y el túnel había terminado. Presenciaba un mar azul y a lo lejos una isla tan sorprendente que le resultaba muy familiar. El cielo estaba teñido por un millón de colores, parecía aquellas imágenes que vemos del espacio. Todo era como un sueño...
El niño despertó de nuevo tosiendo y se encontró en la habitación de su abuela. Se acerco hacia la ventana y vio la noche junto un centellar de estrellas.
Tan solo un sueño fue. el sueño donde el viajaba hacia nunca jamás.

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